Escuela de Fútbol Toto Rubio, con la bendición de la SAE para seguir su labor de formación
La entidad hizo entrega a esta institución de un inmueble de 256 metros cuadrados ubicado en el barrio Nueva Granada.
Ingresar al inmueble de 256 metros cuadrados en donde funciona la sede administrativa de la Escuela de Fútbol Toto Rubio, en el barrio Nueva Granada de Barranquilla, significa un reencuentro con el pasado glorioso de este exjugador del Junior y de la Selección Colombia, quien hace 38 años prefirió dedicarse a la labor de formador de futbolistas en vez de dirigir a nivel profesional.
En el interior de la casa hay un mural con recortes de periódicos de reportajes que le hicieron como futbolista activo y fotos suyas con las camisetas del Junior, Millonarios, Tolima, Unión Magdalena, la Selección Colombia y con compañeros de equipo como Hermenegildo Segrera, Arturo Segovia, Gabriel Berdugo y rivales como Alejandro Brand.
También hay unas máquinas de gimnasio, un salón de trofeos y reconocimientos y una oficina que es donde el Toto se sienta a cranear todo el plan de trabajo de su escuela.
Tras su retiro como futbolista, Toto Rubio realizó un curso de entrenador en Brasil, dirigió selecciones Atlántico y fue llamado por Fuad Char para que fuera asistente técnico de Roberto Saporiti en el Junior de 1985, cargo que declinó por no encajar con el estilo del argentino.
Un año después fundó la Escuela de Fútbol Toto Rubio, cuya primera actividad fue un vacacional que realizó en la sede de Acondesa, en la entrada al barrio Hipódromo de Soledad, la cual le fue prestada por la familia Char.
Cuando la escuela creció se trasladó al estadio Metropolitano, de donde salió para el Romelio Martínez, en donde funcionó durante 15 años y de allí tuvo que emigrar por la refacción que le iban a hacer al escenario para los Juegos Centroamericanos del Caribe de 2018.
Después de esto se le presentó la oportunidad de arrendar un inmueble ubicado al frente de la cancha del barrio Nueva Granada, que el pasado jueves le fue adjudicado bajo la figura del comodato por parte de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
“Se trata de un bien que fue adquirido bajo la ilegalidad y que hoy le sirve al pueblo honesto y trabajador”, reseñó la SAE en su cuenta de X.
Toto Rubio, quien también fue gerente deportivo del Junior y asistente de Eduardo Retat en el Sporting, considera esto un gran logro para su escuela y un premio a la labor que ha desempeñado durante 38 años como formador, no sólo de futbolistas, sino de ciudadanos de bien.
“Yo apliqué mediante un escrito a la Presidencia de la República teniendo en cuenta que había un programa muy especial para la gente que hace trabajos con la comunidad. Les dije que teníamos muchos años trabajando con la niñez, que después de mi retiro me dediqué a la enseñanza del fútbol y les pareció muy bien. Yo estaba en esa necesidad de tener un lugar donde yo tuviera mi oficina, acondicionar la escuela y se dio después de dos años de solicitud y de estudios”, señaló el campeón con Junior en 1977 y 1980.
“Ahora (la sede) la tenemos bajo la figura del comodato que es un préstamo de uso que nos permite estar más tranquilos y, en vez de pagar arriendo, puedo comprar más herramientas de ayuda didáctica para poder seguir trabajando”, agregó.
La idea de Toto con su escuela, siempre ha sido servirle a la comunidad a través del fútbol. Por eso, el jueves vio recompensado tanto esfuerzo para poder seguir lo que él llama una “misión social” y lo quiso compartir con su familia y con los niños de la escuela, quienes lo acompañaron al acto de entrega del inmueble, que estuvo a cargo del propio presidente de la SAE, Daniel Rojas Medellín, hincha de Millonarios, uno de los equipos donde jugó el Toto.
“Estoy feliz porque la escuela está sólida, creciendo y abriendo el espacio para seguir sirviendo a muchos niños que verdaderamente no tienen la capacidad económica para pagar y acá nosotros les estamos subsidiando muchas cosas”, apunta Toto sobre su escuela, a la que actualmente pertenecen aproximadamente unos 120 niños.
“Le apuntamos al desarrollo, a crecer, a jugar, y aprender, a crear un ciudadano de bien, con buenas costumbres, con buenos hábitos, un niño solidario que pueda reír, que disfrute del juego. Eso es lo que va fortaleciendo al ciudadano del futuro y ese es mi compromiso con la comunidad”.
De los jugadores que pasaron por sus manos en su escuela, Toto Rubio recuerda al goleador del Junior, Carlos Bacca, a quien llevó al Pony Fútbol en Medellín, con apenas 13 años. También a Michael Ortega, a quien considera un ‘Made in Toto Rubio’ y otros como Rafael Barraza y Jair Iglesias, quienes jugaron en Junior y Nacional, respectivamente.
Hoy es un día feliz para el futbol, a @MillosFCoficial llega @FALCAO y la escuela de futbol Toto Rubio recibe sede de la @activossae para formar a niños, niñas y jóvenes de Barranquilla. pic.twitter.com/kroTRdslhy
— Daniel Rojas Medellin (@DanielRMed) June 21, 2024
Considera que Dios lo “diseñó” para ser formador y, tal vez por ello, a sus 79 años, sigue desplegando su energía dentro de una cancha de fútbol transmitiendo su conocimiento, trabajando en la fundamentación de los muchachos y ayudándoles a perfeccionar su técnica.
"Cuando hice el primer vacacional me gustó la idea de enseñar a los niños, porque era una tarea que iba a perdurar muchos años y que no le apuntaba solamente a jugar profesional, sino a crear un ciudadano, un niño de hoy que mañana era un padre de familia, núcleo de una sociedad, con principios, con valores que pudiera guiar a su familia. Por eso me gustó la idea de la formación”.
Daniel Rojas, presidente de la SAE, en su cuenta de X, también hizo referencia a la entrega del inmueble a la Escuela de Fútbol Toto Rubio.
“El cambio consiste en que nunca más se hable de crímenes de Estado, donde los beneficiarios sean los niños y niñas que se forman en los valores del deporte y no lo sea el crimen y, por supuesto, donde la tierra sea para el que la trabaja”.